ATRACO IMPERFECTO
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ATRACO IMPERFECTO
ATRACO IMPERFECTO|LA JUSTICIA BRITÁNICA DA A CONOCER LOS ENTRESIJOS DE UN FAMOSO GOLPE
Condenados los autores del mayor robo de la historia del Reino Unido, con un botín de 71 millones de euros
• Les delató la maquilladora que les hizo máscaras y peluquines
Foto: EFE
En acción Las cámaras de seguridad muestran a los atracadores apuntando a los empleados (izquierda) y cargando cajas llenas de billetes. Foto: EFE BEGOÑA ARCE
LONDRES
La de maquilladora no es presumiblemente una profesión peligrosa. Pero a los 33 años, la inglesa Michelle Hogg sabe que está condenada a vivir el resto de su vida amenazada y escondida a causa de sus habilidades con pinceles y postizos. Hogg, antigua estudiante del London College of Fashion, fue la pieza clave en la detención de la banda que en febrero del 2006 llevó a cabo el mayor robo de la historia del Reino Unido.
La que fuera empleada de la sección de perfumería de los grandes almacenes Harvey Nichols de Londres preparó máscaras, prótesis y peluquines para disimular los rasgos de los ladrones, que en solo 66 minutos se llevaron 53 millones de libras (71 millones de euros), en metálico, de la firma de depósitos Securitas en Kent. Un récord de película. Esta semana, cinco de los participantes han sido condenados a largas penas de cárcel. Varios de sus compinches siguen en cambio libres y listos para vengarse de la mujer, cuyo testimonio ha desbaratado lo que parecía un atraco perfecto.
"Era un plan muy inteligente en algunos aspectos y muy simplista en otros. Algunos preparativos eran muy sofisticados, pero algunos errores fueron muy tontos", afirma Roger Coe-Salazar, al frente de la fiscalía de Kent. La enorme cantidad sustraída movilizó a 100 policías, el triple de lo habitual en estos casos. Un chivatazo "y un poco de suerte", según los detectives, les pusieron inmediatamente tras la pista de los malhechores.
Tan solo 24 horas después de que se esfumaran con un camión cargado a rebosar de billetes del Banco de Inglaterra, los agentes llamaban a la puerta de Hogg, en el barrio de Forest Hill, en el sureste de Londres. La maquilladora, hija de un policía, negó estar al tanto de las actividades de los cuatro individuos a los que había proporcionado camuflaje y máscaras. Su versión de que aquel maquillaje teatral iba a ser utilizado en un vídeo musical no convenció a los interrogadores. Acusada de colaboración en el robo y ante la perspectiva de pasar muchos años entre rejas, la implicada decidió jugarse la vida, colaborar con la justicia y testificar contra los acusados, a cambio de quedar libre de cargos.
Stuart Royle, dueño de un negocio de coches de segunda mano; Lea Rusha, especialista en reparación de tejados; Roger Coutts, propietario de un garaje, y Jetmir Bucpapa, de nacionalidad albanesa y sin profesión conocida, fueron condenados el martes a 30 años de cárcel. A Emir Hysenaj, otro albanés que trabajaba ilegalmente en el depósito robado, le cayeron 20.
Disfrazados de policías
El plan no salió, pues, como ellos esperaban cuando, el 21 de febrero del 2006, dos miembros de la banda, disfrazados de agentes de tráfico, dieron el alto, por exceso de velocidad, a Colin Dixon, el gerente del depósito de Securitas, que iba de vuelta a su domicilio. Al mismo tiempo otros dos falsos policías se presentaban en su hogar y se llevaban a su esposa y a su hijo de corta edad. "Os mataremos si no hacéis lo que os digamos", fue la recomendación, a punta de pistola, que recibió la familia. Con su esposa y su hijo retenidos como rehenes, el gerente fue obligado a facilitar a los delincuentes el acceso a los depósitos. "Los momentos de terror que pasamos nos persiguen en todo momento", declararía más tarde el empleado ante el jurado.
A pesar de la sentencia, el caso sigue abierto. Más de la mitad de lo sustraído, 43 millones de euros, sigue sin aparecer. La policía sospecha que el dinero ha sido invertido en propiedades en el norte de Chipre y en Marruecos. Al menos tres miembros del grupo permanecen huidos. Algunos diarios británicos aseguran que los malhechores ofrecen 7 millones de libras (9,4 millones de euros) por la cabeza de la maquilladora, que ha recibido una nueva identidad y se halla bajo protección policial. "Nadie debe idealizar este robo al estilo de Ocean's 12 --advierte el fiscal Coe-Salazar--. No hay ningún glamur cuando un hombre enmascarado secuestra a un niño apuntándole con una pistola".
Fuente: http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=478967&idseccio_PK=1007
Condenados los autores del mayor robo de la historia del Reino Unido, con un botín de 71 millones de euros
• Les delató la maquilladora que les hizo máscaras y peluquines
Foto: EFE
En acción Las cámaras de seguridad muestran a los atracadores apuntando a los empleados (izquierda) y cargando cajas llenas de billetes. Foto: EFE BEGOÑA ARCE
LONDRES
La de maquilladora no es presumiblemente una profesión peligrosa. Pero a los 33 años, la inglesa Michelle Hogg sabe que está condenada a vivir el resto de su vida amenazada y escondida a causa de sus habilidades con pinceles y postizos. Hogg, antigua estudiante del London College of Fashion, fue la pieza clave en la detención de la banda que en febrero del 2006 llevó a cabo el mayor robo de la historia del Reino Unido.
La que fuera empleada de la sección de perfumería de los grandes almacenes Harvey Nichols de Londres preparó máscaras, prótesis y peluquines para disimular los rasgos de los ladrones, que en solo 66 minutos se llevaron 53 millones de libras (71 millones de euros), en metálico, de la firma de depósitos Securitas en Kent. Un récord de película. Esta semana, cinco de los participantes han sido condenados a largas penas de cárcel. Varios de sus compinches siguen en cambio libres y listos para vengarse de la mujer, cuyo testimonio ha desbaratado lo que parecía un atraco perfecto.
"Era un plan muy inteligente en algunos aspectos y muy simplista en otros. Algunos preparativos eran muy sofisticados, pero algunos errores fueron muy tontos", afirma Roger Coe-Salazar, al frente de la fiscalía de Kent. La enorme cantidad sustraída movilizó a 100 policías, el triple de lo habitual en estos casos. Un chivatazo "y un poco de suerte", según los detectives, les pusieron inmediatamente tras la pista de los malhechores.
Tan solo 24 horas después de que se esfumaran con un camión cargado a rebosar de billetes del Banco de Inglaterra, los agentes llamaban a la puerta de Hogg, en el barrio de Forest Hill, en el sureste de Londres. La maquilladora, hija de un policía, negó estar al tanto de las actividades de los cuatro individuos a los que había proporcionado camuflaje y máscaras. Su versión de que aquel maquillaje teatral iba a ser utilizado en un vídeo musical no convenció a los interrogadores. Acusada de colaboración en el robo y ante la perspectiva de pasar muchos años entre rejas, la implicada decidió jugarse la vida, colaborar con la justicia y testificar contra los acusados, a cambio de quedar libre de cargos.
Stuart Royle, dueño de un negocio de coches de segunda mano; Lea Rusha, especialista en reparación de tejados; Roger Coutts, propietario de un garaje, y Jetmir Bucpapa, de nacionalidad albanesa y sin profesión conocida, fueron condenados el martes a 30 años de cárcel. A Emir Hysenaj, otro albanés que trabajaba ilegalmente en el depósito robado, le cayeron 20.
Disfrazados de policías
El plan no salió, pues, como ellos esperaban cuando, el 21 de febrero del 2006, dos miembros de la banda, disfrazados de agentes de tráfico, dieron el alto, por exceso de velocidad, a Colin Dixon, el gerente del depósito de Securitas, que iba de vuelta a su domicilio. Al mismo tiempo otros dos falsos policías se presentaban en su hogar y se llevaban a su esposa y a su hijo de corta edad. "Os mataremos si no hacéis lo que os digamos", fue la recomendación, a punta de pistola, que recibió la familia. Con su esposa y su hijo retenidos como rehenes, el gerente fue obligado a facilitar a los delincuentes el acceso a los depósitos. "Los momentos de terror que pasamos nos persiguen en todo momento", declararía más tarde el empleado ante el jurado.
A pesar de la sentencia, el caso sigue abierto. Más de la mitad de lo sustraído, 43 millones de euros, sigue sin aparecer. La policía sospecha que el dinero ha sido invertido en propiedades en el norte de Chipre y en Marruecos. Al menos tres miembros del grupo permanecen huidos. Algunos diarios británicos aseguran que los malhechores ofrecen 7 millones de libras (9,4 millones de euros) por la cabeza de la maquilladora, que ha recibido una nueva identidad y se halla bajo protección policial. "Nadie debe idealizar este robo al estilo de Ocean's 12 --advierte el fiscal Coe-Salazar--. No hay ningún glamur cuando un hombre enmascarado secuestra a un niño apuntándole con una pistola".
Fuente: http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=478967&idseccio_PK=1007
Re: ATRACO IMPERFECTO
Cárcel para los autores del mayor robo de la historia del Reino Unido
Eran un reparador de tejados, el dueño de un garaje, un desempleado, un vendedor de automóviles y uno de los trabajadores de la empresa atracada, Securitas.
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Esta fotografía de archivo de las cámaras de seguridad distribuida por la Policía de Kent muestra a dos ladrones cargando carros con cajas llenas de dinero en un camión dentro del depósito de Securitas en Tonbridge, Kent, Inglaterra, en febrero de 2006.EFEEFE - Londres - 29/01/2008 20:34
Cinco hombres han sido condenados hoy a penas de entre diez y quince años de cárcel tras ser declarados culpables de cometer en 2006 el mayor robo en la historia del Reino Unido, cifrado en 53 millones de libras (71,5 millones de euros).
Los ladrones, que iban armados, se llevaron el 21 de febrero de 2006 el botín de un almacén de la empresa de seguridad Securitas, radicado en Kent (sur de Inglaterra). Disfrazados de agentes de policía, secuestraron a punta de pistola al director del almacén, Colin Dixon, a su esposa y a su hijo de ocho años.
Tras amenazar con matar a su familia, los ladrones obligaron a Dixon a cooperar y acudieron a la nave, donde maniataron a catorce empleados antes de darse a la fuga con el dinero. Los ladrones, filmados por las cámaras de vigilancia del almacén, cargaron el botín en un camión de siete toneladas y media de peso, pero se dejaron nada menos que 153 millones de libras (206,5 millones de euros) porque no cupieron en el vehículo.
Más de la mitad del dinero sigue perdido
Desde el atraco, la Policía sólo ha recuperado 21 millones de libras (casi 28 millones de euros), mientras los investigadores sospechan que parte del resto del dinero se encuentra en el norte de Chipre y en Marruecos, en efectivo y en forma de activos.
Así, los cinco individuos han sido condenados por delitos de secuestro, robo y posesión de armas de fuego, al término de un juicio que ha durado siete meses y se ha celebrado en el tribunal penal londinense de Old Bailey.
Los condenados a cumplir un mínimo de quince años de cárcel son Stuart Royle, de 49 años y vendedor de automóviles; Jetmir Bucpapa, de 26 y desempleado de nacionalidad albanesa; Roger Coutts, de 30 y dueño de un garaje; y Lea Rusha, de 35 y reparador de tejados.
Otro albanés, Emir Hysenaj, de 28 años y empleado de Securitas en el almacén -era, no en vano, el contacto de la banda en la nave-, recibió un mínimo de diez años de cárcel. Además, el juez, David Penry-Davey, ordenó que Bucpapa y Hysenaj sean deportados una vez cumplan sus sentencias en prisión.
Otros dos varones, el granjero John Fowler, de 59 años, y Keith Borer, de 54 y rotulador, fueron exculpados de cualquier implicación en el suceso.
Por una vida de "lujo, facilidad y holgazanería"
Según el fiscal, John Nutting, los ladrones actuaron inspirados por una vida de "lujo, facilidad y holgazanería", y estaban dispuestos a obrar contra gente "inocente y vulnerable" para colmar sus ambiciones.
La banda utilizó máscaras protésicas, usadas normalmente por actores, que fueron fabricadas por la peluquera Michelle Hogg, de 33 años, quien fue en un principio acusada por la Policía, si bien accedió después a colaborar con la Fiscalía.
Según publicó hoy el vespertino londinense "Evening Standard", Hogg se ha visto obligado a cambiar su identidad y vive bajo protección policial, después de haber identificado al supuesto "cerebro" del robo.
De acuerdo con el diario, el líder de la banda está recluido en una cárcel norteafricana a la espera de su posible extradición al Reino Unido.
Fuente: http://www.publico.es/042750/carcel/autores/mayor/robo/historia/reino/unido
Eran un reparador de tejados, el dueño de un garaje, un desempleado, un vendedor de automóviles y uno de los trabajadores de la empresa atracada, Securitas.
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Esta fotografía de archivo de las cámaras de seguridad distribuida por la Policía de Kent muestra a dos ladrones cargando carros con cajas llenas de dinero en un camión dentro del depósito de Securitas en Tonbridge, Kent, Inglaterra, en febrero de 2006.EFEEFE - Londres - 29/01/2008 20:34
Cinco hombres han sido condenados hoy a penas de entre diez y quince años de cárcel tras ser declarados culpables de cometer en 2006 el mayor robo en la historia del Reino Unido, cifrado en 53 millones de libras (71,5 millones de euros).
Los ladrones, que iban armados, se llevaron el 21 de febrero de 2006 el botín de un almacén de la empresa de seguridad Securitas, radicado en Kent (sur de Inglaterra). Disfrazados de agentes de policía, secuestraron a punta de pistola al director del almacén, Colin Dixon, a su esposa y a su hijo de ocho años.
Tras amenazar con matar a su familia, los ladrones obligaron a Dixon a cooperar y acudieron a la nave, donde maniataron a catorce empleados antes de darse a la fuga con el dinero. Los ladrones, filmados por las cámaras de vigilancia del almacén, cargaron el botín en un camión de siete toneladas y media de peso, pero se dejaron nada menos que 153 millones de libras (206,5 millones de euros) porque no cupieron en el vehículo.
Más de la mitad del dinero sigue perdido
Desde el atraco, la Policía sólo ha recuperado 21 millones de libras (casi 28 millones de euros), mientras los investigadores sospechan que parte del resto del dinero se encuentra en el norte de Chipre y en Marruecos, en efectivo y en forma de activos.
Así, los cinco individuos han sido condenados por delitos de secuestro, robo y posesión de armas de fuego, al término de un juicio que ha durado siete meses y se ha celebrado en el tribunal penal londinense de Old Bailey.
Los condenados a cumplir un mínimo de quince años de cárcel son Stuart Royle, de 49 años y vendedor de automóviles; Jetmir Bucpapa, de 26 y desempleado de nacionalidad albanesa; Roger Coutts, de 30 y dueño de un garaje; y Lea Rusha, de 35 y reparador de tejados.
Otro albanés, Emir Hysenaj, de 28 años y empleado de Securitas en el almacén -era, no en vano, el contacto de la banda en la nave-, recibió un mínimo de diez años de cárcel. Además, el juez, David Penry-Davey, ordenó que Bucpapa y Hysenaj sean deportados una vez cumplan sus sentencias en prisión.
Otros dos varones, el granjero John Fowler, de 59 años, y Keith Borer, de 54 y rotulador, fueron exculpados de cualquier implicación en el suceso.
Por una vida de "lujo, facilidad y holgazanería"
Según el fiscal, John Nutting, los ladrones actuaron inspirados por una vida de "lujo, facilidad y holgazanería", y estaban dispuestos a obrar contra gente "inocente y vulnerable" para colmar sus ambiciones.
La banda utilizó máscaras protésicas, usadas normalmente por actores, que fueron fabricadas por la peluquera Michelle Hogg, de 33 años, quien fue en un principio acusada por la Policía, si bien accedió después a colaborar con la Fiscalía.
Según publicó hoy el vespertino londinense "Evening Standard", Hogg se ha visto obligado a cambiar su identidad y vive bajo protección policial, después de haber identificado al supuesto "cerebro" del robo.
De acuerdo con el diario, el líder de la banda está recluido en una cárcel norteafricana a la espera de su posible extradición al Reino Unido.
Fuente: http://www.publico.es/042750/carcel/autores/mayor/robo/historia/reino/unido
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