Ruidos

Dormir cuando la ciudad trabaja




simón espinosa


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E. OCAMPO / VIGO Por la noche trabajo y de día no puedo dormir". Las máquinas de obra, claxones, el tráfico, o simplemente los electrodomésticos de los vecinos son el desvelo de muchas personas que tienen que soñar a contracorriente, cuya profesión les obliga a entrar en cama cuando amanece. Justo a la hora más ruidosa de Vigo: entre las ocho y las diez de la mañana los días laborables, según el último mapa de ruidos.
"Es una ciudad muy ruidosa, las veinticuatro horas". En estas palabras se encierra parte del día a día de panaderos, vigilantes de seguridad, empleados de fábricas, limpiadores de oficina, recepcionistas de hotel, médicos de guardia o hosteleros. Se acuestan cuando otros se levantan. Soportan el ruido de una ciudad que sobresapasa los 74 decibelios por el día, la misma potencia de volumen que la de alguien cantando a sólo un metro de distancia.
"Una cosa son los hábitos de sueño y otra, los ruidos", explica un vigilante de seguridad. Los que "curran" de noche reconocen que el cuerpo tarda en adaptarse a los horarios invertidos al resto de ciudadanos, pero los claxones y máquinas de obras tienen parte de culpa en largas horas de insomnio. Añaden algún problema doméstico: "A mí me tocó un vecino que era músico y ensayaba a todas horas", explica un empleado de gasolinera.
"Deberían de controlar más los escapes libres, porque el de algunas motos te taladra los tímpanos", explica una joven dependienta de una tienda que abre por la noche.
Vigo se sitúa entre las ciudades más ruidosas, junto a Bilbao, Granada, Madrid y Barcelona, mientras el último informe elaborado por el Valedor do Cidadán revelaba que el ruido en calles céntricas supera el de 65 decibelios recomendado por la UE (hay picos de más de 80 en las zonas céntricas). Urzáiz, Gran Vía, Arenal y Castrelos eran catalogadas como las vías más ruidosas, por encima de los 75 decibelios y, en el extremo opuesto, Marqués de Alcedo, Torrecedeira con Llorente y Atlántida con Tomás Paredes, eran los lugares más tranquilos.
El Concello ultima la presentación de un nuevo mapa que reflejará los resultados de las últimas mediciones diurnas en casco urbano. En la ordenanza contra la contaminación acústica por la emisión de ruidos y vibraciones, se cita la posibilidad de que el Concello determine vías de circulación restringida a vehículos de motor, en zonas que el nivel de ruido de tráfico rodado alcance valores por el día de 55 decibelios. También se fija en 90 decibelios el límite de ruido de las máquinas en los trabajos realizados en la vía pública y en edificación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que pueden producirse daños sobre el organismo a partir de los 65 decibelios.